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El rooibos no es un té porque no procede de la misma planta, la Camellia Sinensis sino del Aspalathus Linearis, un pequeño árbol de Sudáfrica.
En el idioma afrikáans, "rooibos" significa "arbusto rojo", del color que adquieren sus hojas una vez que se secan. Al tener un alto contenido en minerales (hierro, cobre, sodio, potasio, zinc, magnesio, manganeso, fluor, calcio), vitaminas (A, C, E) y antioxidantes (flavonoides), el rooibos es una maravillosa bebida para cuidar tu organismo.
El rooibos protege tus células, tu piel y las enfermedades cutáneas. Cuida tu sistema digestivo. Mantiene la salud de tus huesos y dientes, cuida tu boca. Te ayuda a defenderte contra las alergias, funcionando como antihistamínico natural. Cuida tu sistema nervioso y previene la ansiedad. Cuida tu salud vascular. Previene la anemia ferropénica o anemia por su alto contenido en hierro.
Es una bebida isotónica. Te ayuda a reponerte tras un ejercicio físico y evitar calambres. Excelente para rehidratarte después del esfuerzo. Puedes tomar el rooibos caliente, frío o a temperatura ambiente. Y en cualquier momento del día o de la noche porque no contiene cafeína.